ALPES |
AGNEL Ville-Vieille |
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Altitud: 2743 m | Distancia: 20,65 km | Desnivel: 1363 m | Pendiente Media: 6,6 % | Coeficiente: 290 |
Localización: Abandonamos la D-947 a su paso por Ville-Vieille, en una rotonda, para tomar a mano derecha la D-5 que se dirige al Valle de Varaita y la región italiana de Monte Viso. | ||
Especificaciones: Suelo en buenas condiciones de asfaltado, sin señalización horizontal y no excesivo tráfico. | ||
Fuentes: Hay una en cada núcleo de población que atravesaremos en la ascensión. | ||
Descripción: “Bienvenido al Queyras, el reino de la nieve y la naturaleza” son las palabras con las que se presenta ante el mundo esta región ubicada en el más elevado de los valles alpinos franceses. A sus puertas el imponente castillo de Chateau-Queyras, centinela imponente y majestuoso juega con la luz y vigila desde hace siglos el acceso a este paraíso natural del cicloturismo y la montaña. Es la tierra de la miel y el queso, de los juguetes artesanos y los relojes de sol que en número de más de 70 marcan desde el siglo XVII el ritmo de vida de los Queyrasinos en este país del astro rey. En el sitio de Ville-Vieille, acariciado por las aguas de los cursos fluviales más importantes de todo el valle, el Guil y el Agnelle, va a dar comienzo una de los más agradables esfuerzos en bicicleta que hayamos realizado nunca. Ya desde los primeros kilómetros la pendiente se sitúa entre el 6 y el 7% para mantenerse durante todo ese tramo inicial. Vamos dejando atrás el pasado religioso de estas gentes a medida que nos aparecen continuamente cruceros en nuestro camino. La “Señorita con toca”, que en otro lugares se conoce como “chimenea de las hadas”, parece sonreír al vernos pedalear de manera cansina como advirtiéndonos de lo que nos aguarda: en lo alto de una columna pétrea de materiales frágiles se sustenta un enorme bloque rocoso que se mantiene en equilibrio, como efecto de la erosión que los siglos han provocado. En el Km 4 llegamos al núcleo de Molines, con sus casas de los siglos XVII y XVIII y que celebra todos los años la “fiesta del pan”: alguno no podrá resistir la tentación de degustar ese rico manjar para tomar fuerzas para el camino. Un par de fuertes rampas a la salida del pueblo y dos herraduras nos adentran en el valle alto y un panorama totalmente novedoso. Al acercarnos a Pierre Grosse la pendiente suaviza para situarse alrededor del 5% y descender hasta bien pasado Fontgillarde (fuente abundante, en su acepción original) incluso al 2%. Pasamos junto a un punto de información y la pendiente vuelve a aumentar paulatinamente, situándose primero en el 7% y finalmente en cifras cercanas al 9% que dan a esta parte final del puerto una tremenda dureza, y más aún si los 15 km transcurridos han hecho mella en nuestras piernas. Nos quedan cinco eternos kilómetros en los que, ya roto totalmente el trazado rectilíneo del valle a nuestra derecha, iremos trazando una sucesión de herraduras que alternan con rampas espectaculares muchas de ellas por encima del 10%. En mitad de ese tramo final alcanzamos el Refugio Napoleón, con los que el emperador francés quiso controlar todos los pasos importantes de los Alpes: pero no va a ser capaz de detener nuestro esfuerzo que dos kilómetros más adelante se verá recompensado con un panorama espectacular sobre la vertiente ascendida y aún más espectacular si cabe sobre el alto valle de Varaita en el lado italiano. Más nos vale, de todas maneras, no aventurarnos en su descenso si pensamos regresar con bien a nuestro punto de partida: el célebre Colle delle Agnello es uno de los “monstruos” alpinos que sólo está al alcance de los más fuertes. ¿Eres tú uno de ellos? Pues atrévete a bajar y…ya nos contarás. | ||
Mapa situación: | ||
Vídeo: |
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