ALPES
ALPE D'HUEZ-LAC BESSON
Le Bourg d´Oisans
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Altitud: 2080 m Distancia: 18,2 km Desnivel: 1357 m Pendiente Media: 7,46 % Coeficiente: 326
Alpe d'Huez-Lac Besson



Localización: Es la D-211 que, partiendo de la N-91 en las cercanías de Le Bourg d'Oisans, asciende hasta la famosa Estación Invernal Desde ahí la carretera sigue subiendo hacia el Lac Besson, donde acaba el asfalto.
Especificaciones: Asfalto en perfectas condiciones y con señalización horizontal. Sombras abundantes en el primer tramo de la ascensión y tráfico motorizado abundante, aunque es tal la proliferación de ciclistas que suelen circular con precaución. Desde L’Alpe d’Huez hasta el lago la carretera se estrecha y desaparece la señalización, pero el asfalto no será obstáculo
Fuentes: Una en La Garde y otras dos al paso por Huez.
Descripción: El llamado "puerto de los holandeses" por la serie de victorias conseguidas en su cima por ciclistas de ese país, constituye uno de los grandes retos que cualquier cicloturista aficionado a los puertos debe afrontar y vencer para poder presumir ante los colegas. Aprovechando las opiniones de algunos profesionales hispanos reproducimos aquí las impresiones de Carlos Sastre, vencedor en su cima: "El comienzo es lo que más te marca, con una primera rampa de asustar y tres o cuatro primeros kilómetros que son los más duros; luego ya acusas menos el desnivel pero, aún así, las últimas curvas las hacía dobles… Es mítico y único, muy bonito, no creo que se pueda comparar con ningún otro". Esta descripción aclara, más que muchas otras "versiones épicas" de la montaña alpina, la grandeza y la tremenda dificultad que vamos a encontrar en sus rampas. Porque, aunque nuestra escalada se realice sin habernos machacado previamente en ningún otro puerto cercano, no podemos olvidar que nos hallamos ante un casi 300 de coeficiente… y eso son palabras mayores. Y más aún si le añadimos los 4 km que nos llevan al Lago Besson.
Sus famosas 21 herraduras son, sin duda, las más renombradas del panorama ciclista internacional, constituyendo por sí mismas una auténtica antología del ciclismo mundial, al repasar con el esfuerzo personal los nombres de los más grandes escaladores de todos los tiempos. Es una ascensión de gran complejidad técnica, con sus 12 km de longitud total salpicados de rampas varias veces por encima del 12%. Sólo los 800 m que separan el cruce con la N-91 del puente sobre La Sarenne donde da inicio la dureza del puerto, pueden considerarse llevaderos en esta mítica escalada. La contemplación de una bonita cascada a nuestra derecha va a ser el último contacto con la realidad que experimentemos en la siguiente hora y eso si somos expertos "grimpeurs". Si no eres de esos más te vale que aproveches para disfrutar del panorama espléndido que se ofrece ante tus ojos y tomes descanso en cualquiera de sus múltiples herraduras, numeradas desde el 21 (de Coppi y Armstrong) al 1 (de Guerini). No olvides que este último a punto estuvo de no figurar en esta enciclopedia de la escalada al ser derribado por un espectador, así que toma tus precauciones para que tú si consigues entrar en la leyenda particular que todos los cicloturistas perseguimos. Además de Sastre, dos son los ciclistas vascos que ya saben lo que es ganar un final de etapa del Tour en esta mítica llegada: Federico Etxabe (curva 10) e Iban Mayo.
El tramo central de la ascensión se mantiene constantemente por encima del 8%, aunque siempre podrás despistar a tus piernas del esfuerzo cada vez que anotas un nuevo ídolo en tu hoja de ruta según vas venciendo una. El tramo final suaviza algo, no demasiado, hasta que se corona en la Estación Invernal, auténtica ciudad de montaña que más parece un lugar de entretenimiento y juegos de todo tipo que una simple estación de esquí. Es difícil precisar con exactitud cuál debe ser el punto que pueda ser considerado como fin del puerto, pero en los últimas ediciones la meta siempre se repite a mitad de una larga recta donde vemos el cartel correspondiente. Y la foto es obligada.
Pero nosotros os recomendamos seguir hasta el punto más alto asfaltado del entorno, incluso más que el col de Sarenne. La carretera que conduce al Lac Besson nos permite unas vistas fantásticas de la estación y podemos entablar alguna carrera con los jinetes del centro ecuestre. Pero es el final en el solitario lago lo que nos brinda un toque mágico a una de las escaladas más famosas del ciclismo mundial. ¡Cuántos aficionados no saben siquiera que puede disfrutar aún más de la gloria rodeados de la paz de las montañas y el brillo azulado del agua mansa!

Mapa situación:

 
 Vídeo:
 
 
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