Descripción: Estamos ante la posibilidad de ascender hasta el mítico Aubisque por esta tercera vía que comparte el paso previo por el Col de Soulor con la que se inicia en Argèles-Gazost. Aunque con ciertas diferencias entre ellas, podemos decir que su dificultad es bastante parecida. Comparando ésta con la de Argèles, el ascenso al Soulor es más directo ya que no tenemos el falso llano intermedio de 6 km que presenta esta última. Sin embargo, los siete últimos kilómetros hasta la cima, son casi calcados en ambas vertientes. Y recordad ir bien aprovisionados de todo lo necesario, porque es una zona bastante despoblada. Solo hay dos pequeñas localidades al principio, Ferrières y Arbéost, de apenas cien habitantes cada una. Por cierto, en la segunda, junto a la señal hacia Soulor, abrieron un pequeño café en 2022 donde se puede tomar algo y a precios muy contenidos. La primera dificultad la vamos a encontrar en las últimas casas de Ferrières, tras cruzar un pequeño puente. Van a ser 800 m con una pendiente media del 10% muy constante. Buena prueba de fuego para comprobar como llevamos las piernas. Tras superar este primer repecho, la pendiente va disminuyendo hasta llegar a Arbéost en unos metros de descenso. Última oportunidad para rellenar el bidón y casualidad, salimos de la localidad por un repecho calcado al citado anteriormente, otros 800 m al 10%, con la salvedad de que siguen otros 800 m al 9% de media. Después, un tramo al 7,5% nos permitirá recuperar un poco porque nos vienen tres largos kilómetros de nuevo al 9%. Las grandes vistas de las que disfrutamos y que nos acompañarán hasta la cima del Aubisque, seguro que nos harán menos dificultoso, al menos psicológicamente, el poder superar esta parte. Otro kilómetro suave y medio más al 10% nos dejan en la cima del Col de Soulor, donde hay un restaurante que suele estar abierto. Aunque siendo puntillosos, si seguimos hacia el Aubisque, habremos dejado la cima del Soulor 60 m a la izquierda. Lo que queda hasta la cima del Aubisque está comentado en la altimetría de la otra vertiente. Son 10 km de puro espectáculo paisajístico por la cortada ladera del Circo de Litor (↓), un valle de origen glacial. Los dos primeros de descenso, los cinco siguientes llanos y suave ascenso y los tres finales de cierta exigencia, pero nada que ver con lo que hemos dejado atrás en Soulor. Hay cortas rampas pero ni un solo tramo de cien metros que alcance una pendiente media del 10%. Este recorrido entre las cimas de estos dos puertos es uno de los más espectaculares del Pirineo y, habiendo llegado a la cima del Soulor, sería imperdonable perdérselo.


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