ESLOVENIA
MANGART
Bovec
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Altitud: 2053 m Distancia: 24,58 km Desnivel: 1604 m Pendiente Media: 6,53 % Coeficiente: 414
Mangart



Localización: Nos hallamos en la carretera 203 de Eslovenia, a un paso de Bovec, dejando a nuestra derecha el cruce que nos llevaría a Trenta y al passo Vrsic. Tras atravesar el río Koritnica, tomaremos rumbo a Italia por el paso del Predel (Predil en italiano), si bien, 1,5 km antes de la frontera tomaremos a la derecha la 902 que nos lleva a Mangart.
Especificaciones: Transitaremos por carreteras en buen estado, a pesar de tratarse de rutas de alta montaña. La 203 que remonta el valle del Koritnica en dirección al Predel es de unos 6 m, está perfectamente señalizada y nos envuelve en abundantes sombras. En el desvío final al Mangart, la vía se estrecha desapareciendo la señalización horizontal. Al entrar en la zona rocosa quedaremos expuestos por completo al azote solar. Ojo a la escasa iluminación de los túneles y al molesto tráfico en la época vacacional. La cima hace una especie de bucle al estilo de la Bonette francesa, subiendo por un lado y descendiendo por el otro en sentido único.
Fuentes: Hay una bien visible en Strmec, pero en las zonas habitadas hay otras donde podremos rellenar el botellín.
Descripción: ¿A quién no le va a gustar este puerto? Es una carreterita muy estrecha, construida por el ejército italiano en el 1938 provista de un trazado maravilloso, siempre con abundantes vistas sobre el valle, que fue modificada en la década de los 80 para abrirse al turismo. La verdad es que en esta zona las montañas son muy escarpadas y todo parece muy salvaje, lo que nos hace pedalear rodeados de lo que nos gusta: paisaje, pendientes fuertes, sostenidas, rampas duras, caliza roja, zonas de descanso, curvas de herradura, precipicios de escándalo, carreteras solitarias y estrechas, altitud, longitud, dureza, túneles… ¿Qué más se puede pedir? Se trata, sin duda, de uno de los puertos más bellos de toda Europa, una auténtica obra de arte de la naturaleza y la ingeniería. Yo creo que las palabras que mejor definen la ascensión las pronunció nuestro amigo Ángel Morales, el gurú de los puertos europeos: “es salvaje”.
La ruta comienza oficialmente en Bovec, donde se celebra una contrarreloj anual de escalada muy popular en Eslovenia. Iremos remontando muy relajadamente el río Koritnica, viendo aquí y allá las huellas que la 1ª Guerra Mundial ha dejado en este valle donde encontraron la muerte cerca de medio millón de personas entre italianos y austríacos. Pedalearemos por lo profundo de un verde valle que se abrirá justo antes de la localidad de Log Pod Mangartom, tras haber debido superar alguna rampa de doble dígito.
Será aquí donde dará comienzo la parte dura de la ascensión, que no nos brindará ningún descanso a lo largo de 16 km a casi el 9% de pendiente media. Durante algo más de 5 km seguiremos hacia Italia, por lo que las matrículas de los diversos países pueden servirnos de entretenimiento. Tras una doble herradura entre sombras, cambiaremos el sentido del ascenso antes de atravesar la última localidad, Strmec. Tras atravesar un puente de reciente construcción, llegaremos al cruce donde tomaremos el desvío hacia el pico Mangart.
A partir de aquí la carretera discurre por el fondo de un barranco en el que las fuertes crecidas arrastran todo tipo de materiales. Pero lo que de verdad nos asusta es el cartel de rampa máxima del 22%, que en breve comprobaremos que no es así: se queda en un 17-18% como mucho en una zona en la que la carretera dejó de serpentear dos herraduras para subirlas por un atajo. Hace unos años, se colocó en el siguiente tramo una cabaña de madera donde un cobrador de peaje pedía 5 € a los vehículos motorizados que quisieran acceder al punto más alto de la carretera.
En los kilómetros siguientes la pendiente se mantiene al 9% y el tupido bosque y los pequeños túneles nos protegerán del asfixiante calor de algunos días. Precisamente el paso por esas bocas de piedra nos privará de seguir admirando el maravilloso espectáculo de las montañas que nos envuelven, pero en alguna de ellas la pendiente nos da un corto respiro. La carretera se irá encaramando poco a poco a la montaña rocosa por un trazado espectacular con numerosas herraduras mientras vanos ganando altura casi sin darnos cuenta.
Bordearemos luego la montaña dejando un gran barranco a nuestra derecha. Cuando nos resten apenas 2 km abordaremos la penúltima herradura para continuar pedaleando bajo las faldas de la mole caliza del Pico Mangart (2679 m), que nos vigila a nuestra derecha. Ya dentro del último kilómetro iniciaremos ese bucle final de sentido único hasta alcanzar el Mangartsko Sedlo (o collado de Mangart), con un último tramo muy suave. En el punto más alto (2053 m) podremos gozar de unas vistas auténticamente espectaculares de un entorno plagado de majestuosos picos y agradables praderas. Ciertamente, una experiencia única.
Mapa situación:

 
 Vídeo:
 
 
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